El Centro Juniors Nuestra Señora de Loreto de Xàbia celebró hace unos días la clausura de su actual cursoasí como la de su treinta aniversario en una intensa jornada de fiesta en la que participaron niños, niñas, padres, madres, educadores del Centro y antiguos monitores y monitoras.
La cita comenzó a las cuatro de la tarde. Con el cuento de L. Frank Baum, "El Mago de Oz", como telón de fondo, y bajo la premisa de que una gran ventisca se había llevado muy lejos a los educadores que ahora se encontraban desaparecidos; los niños y niñas vivieron una gran aventura recorriendo las calles del grupo Bartolomé Ros de Aduanas del Mar.
A su llegada a Oz les dio la bienvenida Dorothy, una aterrada niña que contó como su casa -después de levantarse por los aires durante un tornado- había aplastado a la Bruja del Este. Desde su momento, su hermana, la malvada Bruja del Oeste, la estaba persiguiendo para hacerle pagar por lo que había hecho. Pronto los niños conocieron a esta segunda y maligna bruja que también se encaró contra ellos. No obstante, llegaron a la conclusión de que quizás el Mago de Oz podría decirles la manera de vencerla y regresar a casa con sus educadores perdidos.
Dicho y hecho, recorrieron Oz buscando la Ciudad de Esmeralda (la propia parroquia) y encontrándose con personajes como el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata, el León Cobarde y Glinda la Hechicera Buena. También resolvieron los muchos retos que estos les plantearon y conocieron la historia personal de cada uno de ellos. En su viaje por Oz, además, tuvieron que sortear grandes campos de amapolas venenosas así como los hechizos de la malvada Bruja del Oeste que sobrevoló la zona buscando dar caza a los Juniors.
Al final, los niños y niñas vencieron a la Bruja del Oeste y conocieron al Mago de Oz. También descubrieron la importancia de cualidades como la sabiduría responsable, la entrega desinteresada hacia los demás, la valentía de creer y defender las convicciones de uno y la importancia de la bondad y la generosidad desmedidas.
Al final, los niños y niñas vencieron a la Bruja del Oeste y conocieron al Mago de Oz. También descubrieron la importancia de cualidades como la sabiduría responsable, la entrega desinteresada hacia los demás, la valentía de creer y defender las convicciones de uno y la importancia de la bondad y la generosidad desmedidas.
Como no puede ser de otra forma, también hubo un momento para dar gracias por el curso y todos estos años de Juniors. A las ocho de la tarde, se celebró una Eucaristía de Acción de Gracias junto a familias, antiguos educadores y demás amigos en la que se hizo un repaso a todo lo vivido a lo largo de todo el año.
De manera muy especial, se le impusieron a la Mare de Déu de Loreto los símbolos más característicos del Movimiento Juniors: el crismón y la pañoleta. Con este gesto, quedó constancia de los treinta años que el Juniors de Xàbia ha estado trabajando bajo el manto y colores de la patrona y supuso la confirmación de la devoción del grupo hacia la Virgen de Loreto.
También se entregaron los reconocimientos anuales, dos lámparas de aceite, que cada año se entregan a personas que por su trabajo y compromiso, se encuentran muy vinculadas a los Juniors. En esta edición, las lámparas recayeron en el párroco D.Fernando (por su apoyo incondicional al grupo de niños y jóvenes) y en Vicente Espasa (niño, educador, Jefe de Centro, amigo y pieza clave en el presente y futuro de la asociación).
Ya por la noche, todos los asistentes disfrutaron de una divertida y ensordecedora globotá además de una cena de hermandad en la calle Pío X en la que el buen ambiente, las risas, las bromas y los juegos para niños y padres preparados por los educadores, fueron los grandes protagonistas de la velada.
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